Do Rebelión, 13 de Agosto, 2019
Por Eric Nepomuceno, Página/12
Pasados pocos días de siete meses de haber asumido la presidencia de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro ya no sorprende por los disparates que lanza al aire día sí y el otro también. Semejante capacidad de inventar alucinaciones retrógradas y mentiras absurdas causa impacto e indignación, pero es como si el país poco a poco se acostumbró con sus modales inaceptables. Ya no sorprenden a nadie.
El problema es que mientras se suceden mentiras y agresividades, el retroceso generalizado toma un ritmo avasallador. Se trata de una estrategia bien trazada, que tiene por objetivo mantener cautiva a la parcela radical del electorado – un veinte por ciento– que defiende las posiciones racistas, homofóbicas, misóginas, ultramontanas y medievales de Bolsonaro, admirador ardoroso de torturadores, a quien llama ‘héroes nacionales’, y de la dictadura que ensombreció Brasil entre 1964 y 1985. Los demás votantes que lo eligieron actuaron esencialmente contra el PT de Lula, manipulados por los medios hegemónicos de comunicación.
Y mientras el respetable público se distrae, Bolsonaro y sus secuaces promueven el más drástico retroceso de las últimas muchísimas décadas en mi país. Bajo muchos aspectos, retrocesos más terribles que los impuestos por esa misma dictadura que él defiende con firme determinación. De todo lo que Bolsonaro y compañía destruyen, una parte – pequeña parte – quizá sea recuperable. A largo, largo plazo, pero recuperable. Pero hay puntos de esa destrucción que muy difícilmente lo serán, como las privatizaciones insistentemente anunciadas.
Otras, como el destrozo de las universidades públicas, tomarán añares hasta volver a ser lo que eran. Formar nuevas generaciones de investigadores exigirá décadas. Ya las artes y cultura tendrán, como quedó demostrado en ocasiones anteriores de persecución en Brasil, mayor capacidad de recuperarse. Curiosa ironía: Bolsonaro y su pandilla odian con devoción todo lo que suene a artes y cultura.
Hay un punto específico, sin embargo, que clama por alarmas urgentes: el medio ambiente. En julio de este año amargo, comparado con lo que pasó en el mismo mes de 2018, la deforestación en la Amazonia experimentó un aumento de casi 300 por ciento. Vale reiterar: casi tres veces más de lo que hace un año. Los datos reconocidos por científicos de todo el mundo son, por supuesto, desmentidos por el gobierno. Hoy, a cada minuto un espacio forestal que corresponde a tres canchas de fútbol es devastado en la amazonia brasileña.
Los territorios indígenas demarcados acorde a la Constitución son más y más invadidos. Mineros clandestinos – e ilegales – amenazan a las poblaciones de esas áreas. Bolsonaro es un ardoroso defensor de esa clase de explotación de minerales. Dice que es importante para la economía. Que contaminen ríos y arroyos es un detalle sin importancia. La prensa del mundo denuncia los riesgos, pero Bolsonaro está seguro que tanto The Guardian como The New York Times y Le Monde y todo el resto no son más que parte de la conjura comunista cuyo objetivo es apoderarse de las riquezas de la región amazónica. Confrontado por periodistas brasileños, Bolsonaro se salió en su más puro estilo: ‘Si haces caca a cada dos días y no cada día, estarás contribuyendo para no aumentar la polución ambiental’.
Esa es la aberración que preside a mi pobre país.
No es que se trate de una amenaza creciente a los pueblos originarios de Brasil: se trata de una amenaza al mundo. Sí, sí: avanzar en la destrucción del medio ambiente en la región amazónica brasileña es amenazar a cada ser humano que vive en este planeta alucinado. Es verdad que gobiernos anteriores, de izquierda inclusive, mantuvieron políticas equivocadas para la región amazónica. Dilma Rousseff, por ejemplo, autorizó la instalación de la usina hidroeléctrica de Belo Monte en el estado de Pará, con gravísimas consecuencias ambientales. Nunca, sin embargo, se vivió algo similar a lo que se vive ahora.
Hay, desde luego, un sinfín de escándalos otros sacudiendo a Brasil. Quedó más que claro, por ejemplo, que los juicios que llevaron al ex presidente Lula a la cárcel y, como consecuencia, no poder disputar la presidencia lograda por el descerebrado Bolsonaro, fueron pura manipulación. Están los escándalos involucrando a la familia presidencial con desviación de dinero público, están las mentiras disparadas día a día sin ninguna vergüenza, el ultraje a las víctimas de tortura en el régimen militar, está todo el absurdo de ese presente que avanza alucinado rumbo al peor de lo pasado. Está un ministro de medio ambiente que miente como respira, está la liberación desmedida de agro-tóxicos prohibidos en los países que importan cereales brasileños, está una máquina pesada destinada a destrozar el futuro.
Está todo ese horror.
Nada, sin embargo, y que se reitere, es comparable a la avidez con que Bolsonaro destroza la naturaleza. Ni siquiera su estupidez.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/211445-bolsonaro-destruye-la-amazonia
Grupo de Pesquisa Sul-Sur
Este grupo se insere numa das linhas de pesquisa do LABMUNDO-BA/NPGA/EA/UFBA, Laboratório de Análise Política Mundial, Bahia, do Núcleo de Pós-graduação da Escola de Administração da UFBA. O grupo é formado por pesquisadores de diferentes áreas do conhecimento e de diferentes instituições públicas de ensino e pesquisa.
Buscamos nos apropriar do conhecimento das inter-relações das dinâmicas socioespaciais (políticas, econômicas, culturais) dos países da América do Sul, especialmente do Brasil, da Bolívia, da Argentina e do Chile, privilegiando a análise histórica, que nos permite captar as especificidades do chamado “subdesenvolvimento”, expressas, claramente, na organização das economias dos diversos povos, nos grupos sociais, no espaço.
Nosso campo de investigação dialoga com os campos da Geopolítica, Geografia Crítica, da Economia Política e da Ecologia Política. Pretendemos compreender as novas cartografias que vêm se desenhando na América do Sul nos dois circuitos da economia postulados por Milton Santos, o circuito inferior e o circuito superior. Construiremos, desse modo, algumas cartografias de ação, inspirados na proposta da socióloga Ana Clara Torres Ribeiro, especialmente dos diversos movimentos sociopolíticos dessa região, das últimas décadas do século XX à contemporaneidade.
Interessa-nos, sobretudo, a compreensão e a visibilidade das diferentes reações e movimentos dos países do Sul à dinâmica hegemônica global, os espaços de cooperação e integração criados, as potencialidades de criação de novos espaços e os seus significados para o fortalecimento da integração e da cooperação entre os países do Sul, do ponto de vista de outros paradigmas de civilização, a partir de uma epistemologia do sul. Através das cartografias de ação, buscamos perceber as antigas e novas formas de organização social e política, bem como os espaços de cooperação SUL-SUL aí gestados. Consideramos a integração e a cooperação Sul-Sul como espaços potenciais da construção de novos caminhos de civilização que superem a violência do desenvolvimento da forma em que ele é postulado e praticado.
Notícias
Africa
Agroecologia
Alienação
Amazônia
América Latina
Argentina
Arte
Bali
Biopirataria
Boaventura Sousa
Bolívia
Brasil
Buen Vivir
Campo Refugiados
Canada
Capitalismo
Chile
China
Ciência e Tecnologia
Cinema
Cisjordânia
Civilização
Colômbia
Colonialidade
Condição Feminina
Conflitos
Congresso
Corrupção
Crise
Crise Moral
Cuba
Democracia
Democrácia
Desemprego
Diplomacia Militar
Direitos Humanos
Ditadura Civil- Militar
Divida
Dívida Egíto
Droga
Drones
Ecologia
Economia
Educação
Educação Rural México
Empreendedorismo
Equador
Escravidão
Esquerda
Estado
Estados Unidos
EUA
Europa
Europeismo
Evasão de Capital
Exclusão
Exploração
Folclore
Forum Social
Fotografia
França
Futuro
Geografia Crítica
Geopolitica
Geopolítica
Gerencialismo
Golpe
Grécia
Greve
Guerra
História
humanidade
Ilhas Malvinas
Imigração
Imperialismo
Imprensa
Indígenas
Indústria
Industrialização. Brasil
Informação
Integração
Intervenção humanitária
Iran
Israel
Jornalismo
Literatura
Lombardia
Luta de Classe
Machismo
Marxismo
Medicina
Medos
Meio Ambiente
Mercosul
México
Mídia
Migrantes
Milícias kurdas
Mineração
Modelo Liberal Periférico
Montrèal
Movimento Estudantil
Movimentos Populares
Mulheres
Mundialização
Nazismo
Neocolonialismo
Neurociência
Noam Chomsky
Ocidente
ONG
Orçamento Público
Oriente Médio
Palestina
Paraguai
Pensamento
Peru
Pesamento Econômico
Petróleo
po
Poesia
Política
Políticas Neoliberais
Portugal
Precarização
Previdência
Produção Global
Questão Agrária
Redes de Computador
Refugiados
Relações Exteriores
Renda Básica
Renda Básica. Europa
Revolução
Russia
São Paulo
Saúde
Síria
Solidariedade
STF
Trabalho
Trabalho Infantil
Transnacionais
Tratado livre comércio
Universidade
Uruguai
Venezuela
violência
Nenhum comentário:
Postar um comentário